Ni Tribunales, ni oficinas, ni escritorios, ni computadoras, ni expedientes. Todo eso fue reemplazado por una buena mesa, o varias, para ser precisos, en Camarico, donde las y los colegas de nuestro Colegio nos reunimos el viernes pasado al mediodía, en la antesala de la feria judicial, para compartir un almuerzo, un brindis y despedir el 2024 y renovar las esperanzas de este año aún en pañales, traiga la salud, la paz, el trabajo y la prosperidad que el país, sus ciudadanos, está necesitando.